Mi experiencia en el casting YO ME LLAMO MYRIAM HERNÁNDEZ Ecuador 2024 (por Andrea Octavia)
Voy a contarte cómo fue mi experiencia, voy a desnudar mi alma para contarte mis temores y voy a compartirte las lecciones de vida que me llevo de cada gala. Empezaré por el Casting Yo Me Llamo Myriam Hernández.
Soy Andrea Octavia y reencarno a la baladista de América en el reality YO ME LLAMO 7ma. Temporada de Ecuador.
Me atrevo a escribir estas memorias porque siento que mi experiencia puede servirle a cualquier persona que se atreva a competir, no solamente en un programa de canto como Yo Me Llamo, sino también en cualquier sector. Al final, todo concurso tiene los mismos objetivos: aprender, crecer y ganar. Y todo concurso despierta las mismas emociones: felicidad, miedo, ansiedad, tristeza, angustia, placer.
Pero dejemos de hacer tanto preámbulo. En esta oportunidad te hablaré sobre:
Cómo viví el Día de Casting Yo Me Llamo Myriam Hernández
Jamás había sentido un puño tan fuerte presionando mi estómago. Me levanté a las cinco de la mañana sin haber dormido durante toda la noche anterior. La ansiedad no me dejó conciliar el sueño. Los nervios me comían viva. Jamás me había sentido así, tan angustiada, con tanta incertidumbre. No desayuné, tenía fuertes náuseas, no me entraba ni el café.
La experiencia en eventos que ya había tenido, incluso en teatro, me sirvió poco o nada. El hecho de saber que iba a ser grabada por enormes cámaras de televisión, que se trataba de un programa que iba a ser transmitido a nivel nacional, me tenía totalmente desencajada.
Ni hablar del hecho de saber que iba a cantar frente a un jurado que definiría si yo iba a continuar o no y que estaba compuesto por Pamela Cortés, mi referente en la música, a quien respeto y admiro muchísimo, por Erika Vélez, una de las mujeres más bellas del Ecuador que se ha posicionado como una de las mejores presentadoras del país, y Axel, el cantante argentino que yo nada más había escuchado en la radio y había visto en videos musicales; lo escuché durante toda mi adolescencia y suspiré con sus canciones.
Nuevos amigos, nuevos conocimientos
Al llegar, vi a tanta gente caracterizada que parecía una fiesta de disfraces. Soy súper amiguera, así que me fortalecí con la actitud ganadora de mis compañeros, o más bien, contrincantes, aunque no me gusta verlos de esa manera. Prefiero creer que Dios nos tiene algo preparado a cada uno, que cada uno debe dar lo mejor y que al final gane el que se lo merece más.
Considero que un competidor no es nuestro enemigo, es nuestro impulso para mejorar, y no debemos llevarnos mal con ese impulso. Con la mejor actitud hice nuevos amigos, escuché sus anécdotas, atenta a sus consejos, ya que muchos de ellos venían de otros Yo Me Llamo u otros concursos televisivos.